Es lo que hace la 
sociedad en general, huimos ante el dolor ajeno, a nadie le gusta ver a 
un enfermo de Ela, Esclerosis Multiple, Alzheimer, o cualquier otra 
enfermedad neuronal para las que ahora no existe remedio alguno.
No se curan, progresan 
en su deterioro, y son sumamente desagradables de presenciar en 
cualquier ser humano, mas incluso en las personas que nos importan, en 
las que alguna vez amamos, aquellas que representaron algo importante en
 nuestras vidas.
Amigos, familiares, esposos, hijos, padres o hermanos.
Que hacer?, que decir? 
cuando uno se enfrenta ante estas personas debilitadas, vulnerables, 
deformadas por la enfermedad que sufren en silencio o tratan de poner 
buena cara y disimular cuando se les pregunta, como estás?, estás 
mejor?, y luego silencio.
No son plato de gusto 
para nadie y a veces menos para sus seres mas queridos que no pueden 
aguantar el dolor de verlos así, en ese estado de total decrepitud o 
incapacidad manifiesta.
Y no son solo sus 
cuidadores o acompañantes los que más sufren, que lo son, son otros 
seres más débiles que estos llamados "cuidadores" los que ponen tierra y
 distancia por medio ya que no pueden soportar la vista de una persona 
amada sufriendo de esta manera.
Tremenda enfermedad el 
ELA, a la vista ha quedado para todo aquel que resista el último video 
de la campaña "ALS Ice Bucker Challenge" cuando el muchacho de 26 años 
nos muestra a su madre siendo cuidada por el mismo victima ahora de 
idéntica enfermedad que ella.
Y lo dice el claramente,
 y es que cuando menciona a sus amigos o conocidos que le han 
diagnosticado ELA unos no conocen la enfermedad, o no saben de que 
habla, los que si la conocen se quedan sin saber que decirle, como darle
 consuelo, cambian de conversación y al poco desaparecen de su vista y 
le dejan solo.
La soledad que se origina para el enfermo o sus cuidadores puede resultar tan dura como el padecimiento en si.
A veces estos enfermos 
se ven privados de la visita de los seres mas queridos para ellos que 
siempre suelen estar muy ocupados o simplemente se ausentan de sus vidas
 sin saber las razones que puedan alegar para ello.
Y es simple "miedo ante el dolor de un ser querido", otras veces es simple desagrado que se convierte en indiferencia
auto compasiva.
No veo, no sufro, me protejo y al final olvido a quien nunca debiera olvidar.
Humanos y débiles después de todo.
Para mi, que soy un 
cuidador, es necesario concienciar a esta sociedad apática que esconde 
el dolor y la muerte, que SI, están ahí. 
Mejor hablemos de otra cosa, suele ser el común denominador, así no sufrimos o nos asustamos de la enfermedad y dolor ajeno.
ELA, Esclerosis, 
Alzheimer, Parkinson, Fibromialgia, Demencia, Artritis Reumatoide, y 
decenas de otras enfermedades incapacitantes que proliferan en nuestro 
mundo occidental, rico y aparentemente solidario, cuando en realidad no 
lo es.
Deja al llamado tercer 
mundo que se pudra en sus miserias, en sus enfermedades, en sus Ebolas, e
 incluso a sus propios enfermos les da la espalda o genera tratamientos 
de costes multimillonarios que muy pocos pueden sufragar.
Malo es todo esto, muy malo, pero a veces lo peor es la indiferencia, el silencio, la incomodidad o la huida.
Huida ante el dolor, 
miedo, incomodidad al ver a este joven de 26 años llorando ante su 
enfermedad y la de su madre, huida e incomodidad ante el dolor de 
nuestros seres queridos, ante la muerte, el sufrimiento, el suicidio.
Si no se menciona no existe.
No resistimos verles 
sufrir, es tan duro, por ello mejor no los vemos y los escondemos 
condenándoles al silencio y a nuestra indiferencia.
Mi esposa, enferma de M.E., trata siempre de brindar buena cara y optimismo cuando los amigos vienen a verla.
Y algunos fieles amigos vienen, siguen viniendo porque no tienen miedo ni rehuyen el dolor de los seres a los que aman.
 
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